martes, 27 de noviembre de 2012

Una de rol, oiga! Mejor me pone tres, dos para llevar (parte I)

Tengo un poco abandonado este proyecto de blog que empezó hace más de un año, con muy buenas intenciones, pero con muy poca práctica.

La verdad, siempre tengo en mente cosas para llevar al blog y, además de que me ayuda a mantener viva la costumbre de escribir, me permite ordenar muchas ideas que andan rondando por mi cabeza. Sin embargo, la última entrada (anterior a ésta) se publicó en marzo, así que muchas cosas se han quedado en el limbo de los justos durante estos meses de inactividad bloguera. Es cierto que han pasado unas cuantas cosas interesantes, como un viaje a España, una campaña de Alfabetización durante dos meses y hasta un trabajo nuevo como maestro el cual necesita casi de todas mis horas en el día, incluso las de sueño, además de que comencé a estudiar de dos asignaturas de las que me he matriculado para proseguir mis estudios de Humanidades, que han acabado definitivamente con el poco tiempo libre (si es que quedaba algo) del que disponía. Es curioso cómo no importa la cantidad de horas que inviertes en tus proyectos de vida cuando desarrollas las actividades que te hacen sentir realizado. Y, si me sobra algo de tiempo, lo dedico a preparar la campaña de WFRPG (el juego de rol de Warhammer Fantasy 3ª ed.) "The Gathering Storm", traducida en español como "La Tormenta Inminente".

Precisamente, de rol quiero escribir en el blog, primero porque me parece una historia bonita, pero además porque el tema será recurrente en este proyecto, ya que me gustaría compartir todas las experiencias, a modo de relatos cortos, que se irán produciendo durante las partidas que tengo pensado organizar para un inminente presente.

El mundo desde una pantalla de director de juego ...

En este periodo de adaptación a México, mientras que maceraban mis impresiones acerca de la vida sobre nuevas bases intelectuales y decidía qué quería hacer con la misma, me propuse dos cosas. Una, comenzar a pintar miniaturas con técnicas avanzadas y que pudieran apreciarse los resultados. He de decir que estoy en ello, pero no debo ser yo el que diga que ando consiguiéndolos (yo, humildemente, creo que sí). Otra, era organizar una partida de rol como director de juego. Siempre me han gustado los juegos de rol. De hecho, los juegos de rol fueron los que me acercaron a los mundos de fantasía de manera tangible en primera instancia, antes que WFB. Mi primera experiencia con la narrativa fantástica fue a través de la insistencia de mi madre en la lectura de "El Señor de los Anillos". Ya antes (como a casi todo hij@ de vecin@) me gustaba perderme en los albores de mundos desconocidos y por conocer, como por ejemplo los mundos de Star Wars, mi saga de ciencia ficción fetiche, originales, del 79 al 82, no otras, ni siquiera los refritos posteriores de ésta). Casualidades de la vida, a través de Star Wars pero con paso obligado por los mundos de Tolkien, mi vida se topó con los juegos de rol. Estaba a punto de empezar 3º de BUP (17 años) cuando decidí cambiarme de instituto ya que mi familia y yo nos habíamos mudado a un pueblo muy cercano a Madrid (Tres Cantos). Cuando comenzó el curso, empecé a juntarme con un grupo de personas singulares, principalmente porque llevaban el pelo largo como yo en aquella época (uno de ellos, a día de hoy, es como un hermano para mí, concido, entre otros muchos nombres, como Eliandei  jejeje). Un día, hablando de aficiones de películas y de libros, salieron a relucir todos estos temas, y me dijeron:

- Oye, pero tú no has jugado al rol?
- No, eso qué es?
- Pues eres un personaje de Star Wars, por ejemplo, y el que tú elijas, entonces vives una aventura al estilo de las películas, pero no la misma, puesto que las decisiones que tomas durante la partida son tuyas y abiertas.
- Y puedo ser un Jedi?
- Difícil porque hay pocos pero sí.

No hizo falta que me dijera más. Poco tardé en ir haciéndome con la colección de libros de Star Wars D6. Y poco tardé en hacerme un personaje para el MERPG, y posteriormente para el Rolemaster, y para el propio Star Wars, para ... Multitud de libros de jugador pasaron por mis manos en pocos años (Cyberpunk, Vampiro, Aquelarre, ...) y muchas horas fueron dedicadas a estos mundos. Hasta organicé una campaña de Star Wars de cosecha propia, con bastante éxito entre los jugadores que formaron parte de aquellas aventuras. Luego pasé por un período de desconexión total, como desde 1996 hasta 2003, año en que, trabajo y nómina de por medio, me procuré casi todos los libros habidos y por haber de D&D 3.5, tantos que me daba hasta pereza ponerme a leerlos (algún día lo conseguiré) y nunca (a día de hoy) organicé aventura ninguna para ese juego en esa edición. Es así como se me había quedado clavada la espina del rol y de montar una aventura bien trabajada (ambientación, recursos, atrezzo, ...) para que la gente que la jugara se divirtiera y consiguiera escaparse durante la duración de las sesiones a mundos de fantasía fuera de la rutina habitual, yo incluido.